Las formas de cultivar el ruibarbo son diversas. Y después de arraigado, se hace muy productivo a partir del primer año. Sembrar ruibarbo por tu propia cuenta te garantiza que siempre lo tendrás a tu disposición cuando lo necesites o requieras. No obstante, se hace necesario que sepas bien, de qué se trata la reproducción de esta planta. De cualquier manera, su cultivo resulta muy sencillo y además, muy productivo.
Asimismo, es importante que sepas diferenciar sus dos variedades según tus intereses y propósitos. Estas dos variedades básicas de ruibarbo son: primero el llamado Rheum officinale cuya utilización es fundamentalmente medicinal. El segundo es denominado como Rheum rhabarbarum y es el que utilizamos para nuestro consumo como producto alimenticio. Igualmente, debes conocer otros detalles no menos relevantes.
La única parte de la planta que es comestible son sus rojos tallos o pecíolos. Sus hojas no son comestibles pues contienen una sustancia llamada oxalatos (ácido oxálico) que resulta muy toxica al organismo. Esta información hay que mantenerla siempre presente.
Si cultivas el ruibarbo, tienes una alta probabilidad de disponer de él en toda y cada oportunidad que lo desees. Aunque la siembra de esta planta es sencilla, necesitas conocer algunas de sus particularidades para que alcances un buen producto. El ruibarbo puede crecer en diversos tipos de suelo, sin embargo, debes cuidar que tu terreno tenga una gran cantidad de componentes orgánicos.
¿Cuáles son las formas de cultivar el ruibarbo?
La planta de ruibarbo se puede sembrar de diversas maneras. Una de ellas es mediante el uso de semillas. Con este procedimiento, el ruibarbo tarda una mayor cantidad de tiempo en retoñar y crecer. Un segundo método es trasplantar sus raíces, en contraste con el anterior, es el que más aligera su consolidación. La última de las maneras es el trasvase de esquejes (propagación vegetativa), también posibilita que el ruibarbo brote rápidamente.
Se puede sembrar el ruibarbo en almácigos, materos o macetas caseras. Puedes sembrarlo en tu jardín, si dispones de uno pero, el mejor de los lugares es un terreno dispuesto a este fin. Sea cual sea el procedimiento que elijas, solo necesitarás brindarle las atenciones necesarias. y así, estas son las formas de cultivar el ruibarbo de manera casera.
El ruibarbo es una planta perdurable, de ambiente frío, aunque se puede adaptar a climas muy diversos y hasta adversos. Puede resistir bien tanto al frío intenso como a condiciones de sequía. Si quieres incrementar su rendimiento, debes procurar que la temperatura del ambiente oscile entre los 8° y los 13° C. El ruibarbo demanda bastante agua pero, no resiste exceso del líquido por períodos largos.
Procedimiento para la siembra
El suelo en donde lo siembres, debe ser profundo, muy fértil, y bien drenado. En suelos así, se desarrolla mucho mejor. Esta particularidad obliga a fertilizar el terreno en dos momentos: el primero entre los meses de abril y mayo; el segundo entre los meses de septiembre y octubre.
Debes plantar los esquejes o rizomas a una profundidad no mayor a siete centímetros. La separación entre planta y planta, puede alcanzar como máximo un metro por un metro. El huerto debe disponer de un buen drenaje, esto es importantísimo para el perfecto crecimiento del ruibarbo. Para alcanzar el estatus productivo, será necesario dejar transcurrir, cuando menos, un año; será igualmente necesario, renovar las plantas en un período de cinco años para poder aprovechar sus usos y beneficios.
Cuidados específicos de la planta de ruibarbo. Plagas y enfermedades
Una medida que es necesario aplicar, es proteger las plantas en crecimiento del ataque de algunas plagas que pueden afectarlas. Las principales a evitar son escarabajos, babosas y algunos hongos que pueden pudrir las plantas y terminar con ellas. La aparición de estas plagas está relacionada con la cantidad de agua utilizada, con riego excesivo o drenaje escaso. En todo caso, es importante eliminar todo aquellos que afecte a las plantas, inmediatamente.